Horizonte institucional
Conoce nuestro objetivo y la fuerza que nos mueve como institución.
Filosofía institucional
El ser humano, creado por Dios a imagen y semejanza suya, ha puesto en su ser físico, psicológico y espiritual una serie de cualidades y aptitudes para hacerlo ver como el resumen más bello de toda la obra de la creación. El ser humano en su realización como persona tiene como tesoro y prioridad, ser instrumento del Espíritu de Dios, en la Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos por su servicio de ser gestor, dador y defensor de la vida de los niños. La mujer ofrece este servicio de la vida, para la vida y en la vida (D. A. 14). El ser humano como discípulo misionero, hace visible el amor misericordioso del Padre (D. A. 147). Su misión es ser forjador de paz y de progreso en la familia y en la sociedad. El Concilio Vaticano II nos habla de las tres dimensiones fundamentales de la persona humana, las cuales inspiran todo el proceso educativo institucional: DIOS, EL PRÓJIMO Y EL MUNDO QUE LO RODEA. DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE LA PERSONA HUMANA: la filosofía del Colegio busca sembrar en el corazón de cada integrante de la Comunidad Educativa el deseo y la necesidad de relacionarse íntimamente con Dios, a través de Jesucristo Nuestro Señor por medio del Evangelio, la Eucaristía y la oración. El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, debe encontrarse con Él y convertirse en discípulo misionero que anuncia a Cristo con el testimonio de su vida. EL CARÁCTER RELACIONAL DE LA PERSONA HUMANA: la Dimensión Social es lo que hace a la persona un ser con otros. El prójimo, aquel que está cerca, aquel que vive a nuestro lado, merece el respeto y el amor que el Evangelio manda: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, así pues, nuestra fe católica nos indica que somos seres sociales por ser imagen y semejanza de Dios; y Dios es una “Comunidad de Amor”: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero para ser buenos miembros de la sociedad, el ser humano debe reconocer, valorar y fortalecer la relación con su prójimo más cercano, la familia. Por tanto, la Institución busca infundir en los estudiantes el respeto a sus padres, como lo manda el Señor: “Honra a tu padre y a tu madre”, mandamiento que también lleva al respeto, cuidado y compromiso de los padres hacia los hijos. Igualmente enseña el respeto por la dignidad humana que todos tenemos. Todos somos iguales por el hecho de ser creados a imagen y semejanza de Dios: hombres, mujeres, niños, adultos, ancianos, pobres, ricos… por tanto, debemos respetarnos mutuamente. Todos somos hijos de Dios, entonces, todos somos hermanos. LA RELACIÓN CON EL MUNDO: la filosofía institucional enseña a manejar este mundo material que está a nuestro servicio y que recibimos como un regalo de Dios. El universo no se creó por accidente ni es producto del azar, sino que fue creado por Dios como una expresión de su amor y que el ser humano debe proteger, transformar, mejorar, como obra de nuestro Creador. Al infundir en los estudiantes el reconocimiento de estas tres realidades: Dios, Prójimo y Mundo, habremos sentado las bases fundamentales para la formación integral de nuestros niños y nuestros jóvenes, pero además se señala a la comunidad el camino para la convivencia fraterna dentro y fuera de la Institución. El trabajo de cada miembro de la Institución, unido al Evangelio y a la Eucaristía, hará surgir en nuestras vidas las raíces de verdaderos cristianos, discípulos y misioneros.
Horizonte institucional
En el Colegio Técnico Comercial Diocesano Santa María, ofrecemos un servicio educativo de alta calidad, en un entorno campestre y natural, estamos comprometidos con brindar una educación personalizada de excelente nivel, fundamentada en los valores del Evangelio, formando personas que sean ejemplo ante la sociedad, líderes y constructores de paz. Para ello, contamos con un equipo humano capacitado y competente, con una infraestructura adecuada y las ayudas tecnológicas necesarias que facilitan los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Misión
Ser una Escuela Católica que permite a los estudiantes, una educación integral fundamentada en los valores del Evangelio, permitiendo su identidad de personas cristianas y líderes en la sociedad, con excelente formación humana y preparación académica, como discípulos misioneros en la familia y en la sociedad.
Visión
En el año 2025 seremos una escuela católica, reconocida por nuestra propuesta de formación basada en los valores siempre actuales del Evangelio y su sano ambiente escolar que sostiene un nivel académico superior, evidenciando en las pruebas del Estado lo que responde a altos estándares de calidad, y a un personal altamente calificado y comprometido con la formación humana, manifestada en un compromiso social como formadores de personas cristianas, líderes, constructoras de progreso y de paz.